miércoles, 30 de abril de 2008

LA IMPORTANCIA DEL AGUA

Para tener una vida sana, en nuestra dieta también debemos consumir sufiente agua para nuestro cuerpo. Las hombres necesitan un promedio de tres litros y medio de agua diarios y las mujeres dos litros y medio. Pero eso no significa que tengamos que consumir toda esa cantidad de agua pura. La totalidad de fluidos ingeridos a diario se incluye en esa cantidad, englobando frutas, verduras, sodas, tés, cafés, leche, y otros alimentos. Los investigadores también sugieren que existe una extrema variabilidad en las necesidades de agua de cada individuo, que dependen del clima, nivel de actividad y cantidad de sudor expulsado. Cuando queremos poner las cosas en su sitio descubriremos que la mayoría de las personas lo harán bien si beben cuando sienten algo de sed. El agua no contiene calorías pero nos hace sentirnos llenos. Eso significa que las personas que hacen dieta funcionarán mejor cuando beben agua. También está el efecto voluminizador de suplementos como la creatina que requieren un consumo extra de agua. Y por supuesto, el ejercicio intenso aumenta extraordinariamente nuestras necesidades de fluidos.Por lo tanto, hay que beber más agua si nuestro objetivo es perder grasa o aumentar de tamaño muscular. De no ser así, bastará con que dictamine el primer momento en que sintáis el acoso de la sed.




martes, 29 de abril de 2008






Aquí os presentamos algunos postres muy divertidos y nutritivos hechos con frutas. Son bastante fáciles de elaborar y muy, muy sanos.

BESITOS DE FRAMBUESA

Ingredientes
2 claras de huevo100 ml. de nata100 gramos de azúcar1 cucharadita de azúcar glassMedia cucharadita de cacao en polvoMedia cucharadita de esencia de vainillaFrambuesas.

Preparación
Batir las claras de huevo durante un minuto. Añadir un tercio del azúcar y seguir batiendo. Agregar en dos partes el resto del azúcar hasta que las claras estén montadas a punto de nieve.Dividir en 2 partes las claras y mezclar con el cacao una de ellas. Poner, por separado, en dos mangas, las claras de chocolate y las normales y hacer merengues rizados en una placa de horno. Hornear a 100 grados.Montar la clara junto a la vainilla y el azúcar glass. Colocar una pequeña cantidad de la nata en la base de la mitad de los merengues de chocolate y juntar con otro merengue igual por su base.Se debe poner papel sulfurizado en la placa del horno para que no se pegue el merengue. Hornear una hora, hasta que se sequen, sin que tomen color.


BIZCOCHO DE MANZANA

Ingredientes
750 grs. de manzanas
500 grs. de harina integral350 grs. de azúcar morena
250 grs. de mantequilla
6 huevos1 cucharada
1 cucharadita de clavo en polvo

Preparación
Picar las manzanas ya peladas y sin semillas en cubitos, mezclarlas con la harina y dejar reposar de 3 a 4 horas.Pasado ese tiempo, se acrema la mantequilla y el azúcar junto con el clavo, se incorporan las manzanas y algo más de harina, y sin dejar de batir se añaden uno a uno, los huevos.Vaciar la pasta en un molde ya engrasado y enharinado, y se hornea a 180 °C por un lapso de 60 minutos o algo más.

GELATINA DE FRUTAS

Ingredientes
1 taza Gelatina sin sabor
2 Manzanas
3 Naranjas 2 Peras
1/2 Piña
4 cdas. de Azúcar dietética

Preparación
Pelas las peras y las manzanas y dividirlas en 4; quitarles las partes duras y cortarlas en tajadas delgadas. Dividir en cascos las naranjas una vez peladas y si es posible deshollejarlas y sacarles las semillas. Pelar la mitad de una pera y cortarla en trozos muy delgados. Colocar estas frutas por capas en un molde arreglando los colores y espolvoreándolos con el azúcar dietética avainillado y ponerlo sobre hielo por una hora. En seguida estilar el jugo en un vaso y añadirlo a la taza de gelatina y vaciarlo sobre el molde, haciéndolo helar nuevamente. La gelatina se hace con tres cucharaditas de gelatina sin sabor y una taza de agua hirviendo. Se desmolda antes de servir.

domingo, 27 de abril de 2008

FRUTAS Y VERDURAS

Su consumo es importante puesto que, si las incluyes en cantidades adecuadas en la dieta, estás contribuyendo a la salud de toda la familia, ya que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades como estreñimiento, hipertensión, exceso de colesterol, e incluso de ciertos tipos de cáncer.

10 razones por las que debemos tomar frutas y verduras

Nos ayudan a mantenernos bien hidratados.
Por su alto contenido de agua facilitan la eliminación de toxinas de nuestro organismo y nos ayudan a mantenernos bien hidratados.

Frutas y verduras son fuente casi exclusiva de vitamina C. Por lo que se recomienda que las consumas a diario, procurando al menos que una de las frutas del día sea de las más ricas en vitamina C (cítricos, kiwi, melón, fresas, frutas tropicales…) y que una de las raciones sea una ensalada.

Son fuente de antioxidantes: aliados de la salud. Hablamos de colorantes, aromas y otros compuestos naturales como las vitaminas C, E y el beta-caroteno o pro-vitamina A. Aunque están presentes en cantidades muy pequeñas, influyen decisivamente en la aceptación y apetencia por estos alimentos y se sabe con certeza que nos protegen frente a ciertas enfermedades, entre ellas las degenerativas, las cardiovasculares y el cáncer.

Ricas en fibra. La fibra ayuda a regular nuestra función intestinal, a corregir el estreñimiento y posee efectos beneficiosos en la prevención y tratamiento de otros trastornos como hipercolesterolemia, diabetes, obesidad, etc. En cuanto a las frutas, ten en cuenta que el contenido de fibra se reduce al pelarlas, y que la mayor concentración de sus vitaminas está justo bajo la piel por lo que deberás realizar un pelado poco profundo. Del mismo modo, si confeccionas un puré y lo pasas por el chino, no olvides que la mayor parte de la fibra de las hortalizas y verduras desaparece.

Nos ayudan a eliminar el exceso de líquidos. Contienen poco sodio y mucho potasio, lo que fuerza a nuestro cuerpo a eliminar el exceso de líquidos junto con las sustancias de desecho por la orina.

Apenas tienen grasa. La cantidad de grasa que presentan la mayoría de hortalizas y frutas es inapreciable, salvo para el aguacate y las olivas (ricos en ácido oleico, como el aceite de oliva) y el coco (con grasa mayoritariamente saturada).

Disfrútalas en cualquier época del año. Y aprovéchate en cada momento de las propias de cada estación, ya que están en su mejor momento.

Frutas: una dulce golosina. Las frutas tienen un agradable sabor dulce puesto que contienen azúcares (fructosa, glucosa, sacarosa…). ¡Aprovéchalo y saboréalas al natural y sin necesidad de endulzarlas con azúcar u otros edulcorantes! Además, recuerda que constituyen un buen tentempié a cualquier hora. De hecho, puedes incluirlas para completar el desayuno, como parte del almuerzo y de la merienda, y tanto antes como después de las comidas.

Hortalizas y verduras: échale imaginación. No sólo puedes incluirlas en las principales comidas del día, recuerda que aportan un toque muy sabroso y jugoso a bocadillos y sándwich para tomar en cualquier momento. Pan con rodajas o pulpa de tomate, un poquito de aceite y jamón, o sándwich vegetal con atún, son algunas ideas para que tú y los tuyos os beneficiéis aún más de sus múltiples propiedades. Prueba con originales recetas, lo admiten casi todo. Como mejor conservan sus propiedades tanto las frutas como las verduras es si las comes crudas. Si quieres reducir la pérdida de vitaminas, para las frutas tienes dos opciones: conservar la piel, lavándolas muy bien bajo el agua del grifo, o realizar un pelado poco profundo. Ya sea crudas y al natural, que cocidas, asadas o en brochetas, resultan deliciosas. Pero quizás quieras probar con algo más atrevido... ¿Qué tal un flan de espinacas con gambas, un plato de lomo de cerdo a la naranja con escarola, o un solomillo con pera cocida en salsa de hongos? Anímate y prueba a combinar frutas y verduras con todo tipo de alimentos puesto que lo admiten casi todo.


Cómo hacer que les gusten las frutas

Los más pequeños suelen mostrarse reacios a consumir fruta, a excepción del plátano, fácil de pelar y de agradable sabor dulce. Sin embargo, se debe promocionar el consumo de todo tipo de frutas, ya que hay ciertas vitaminas o minerales que se encuentran en unas y no en otras. Así el plátano aporta mucho potasio, pero sin embargo, tiene un contenido insignificante de vitamina C.

Más fruta para los niños

Procura que comiencen el día con frutas. Un vaso de zumo de frutas, rebanadas de plátano, ciruelas o fresas, etc. Darán un enérgico y delicioso comienzo al día, y le ofrecerán además una cantidad alta de fibra, más vitaminas y minerales y nada de grasa.

Intenta que participen en la compra y en la cocina, en la medida de sus posibilidades, para motivarles y enseñarles la importancia de comer de todo. Los niños y niñas pueden ayudarte a elaborar recetas de sorbetes, macedonias, batidos de fruta y yogur, gelatina con frutas o incluso en la preparación de copas deliciosas como ésta; una capa de puré de manzana cubierta con merengue azucarado, gratinada al horno y decorada con virutas de chocolate... ¡No habrá quien se resista!

Llega a un acuerdo con el resto de padres y madres de la escuela a la que llevas a tus hijos. Os podéis organizar a la hora de programar los almuerzos de los más pequeños y, semanalmente incluir para todos por igual diferentes tipos de frutas en la bolsa del almuerzo. Por ejemplo: el lunes mandarinas, el martes manzana, etc. Si el niño o la niña ve que sus compañeros o que en casa se come fruta, la tarea de hacer que las prueben será más fácil de sobrellevar. ¿No te parece?

Es mejor que la fruta siempre esté a mano. Las frutas se pueden llevar fácilmente a todos los lugares y pueden darles una rápida carga de sabor y energía en cualquier momento. Mete en la mochila, en la guantera del coche, etc. Una manzana, una naranja, una pera, o porqué no, una bolsita de pasas o albaricoques secos.

En casa, coloca las frutas siempre a la vista. Coloca las frutas en un cuenco sobre el mostrador de la cocina. Asegúrate de que las frutas estén claramente visibles cuando abran el refrigerador. Si las ven, es más probable que se las coman.

Añade frutas cortadas o en puré a carnes y pescados. Por ejemplo: lomo de cerdo con puré de manzana, pechuga de pavo con piña, pez espada a la naranja, etc.

Cambia su presentación para hacerlas más apetecibles. Puedes probar a presentar las frutas insertadas en un palito a modo de brochetas, cortar una manzana en cuadraditos junto con fresas en rodajitas, incluir una pajita de colores en un zumo...



sábado, 26 de abril de 2008

¿Qué es la bulimia nerviosa?

La bulimia nerviosa, normalmente llamada bulimia, se define como episodios incontrolados de comer en exceso (atracones) seguidos normalmente de purgas (autoinducción del vómito), mal uso de laxantes, enemas, o medicamentos que producen un incremento en la producción de orina, ayuno o ejercicio excesivo para controlar el peso. Los atracones, en esta situación, se definen como comer cantidades mucho más grandes de alimentos de las que se consumirían normalmente en un período corto de tiempo (normalmente menos de dos horas). Los atracones de comida se producen al menos dos veces a la semana durante tres meses y pueden producirse incluso hasta varias veces al día.

¿Qué causa la bulimia?

No se conoce la causa de la bulimia. Se cree que los factores que contribuyen al desarrollo de la bulimia incluyen los ideales culturales y las actitudes sociales en cuanto a la apariencia del cuerpo, la autoevaluación basada en el peso y forma del cuerpo, y los problemas familiares. Del 30 al 50 por ciento de los adolescentes bulímicos también cumplen los criterios de la anorexia nerviosa al inicio de su enfermedad.

¿A quiénes afecta la bulimia?

La mayoría de los bulímicos son mujeres adolescentes y procedentes de un grupo socioeconómico alto. Los adolescentes que desarrollan bulimia suelen provenir de familias en las que existen antecedentes de trastornos alimentarios, enfermedades físicas y otros problemas de salud mental, como trastornos del estado de ánimo o abuso de drogas. Otros problemas de salud mental, como los trastornos de ansiedad o los trastornos del estado de ánimo, se encuentran comúnmente en los adolescentes que tienen bulimia.


Síntomas


  • Usualmente un peso corporal bajo o normal (la persona se ve gorda).

  • Episodios recurrentes de atracones de comida (consumo rápido de cantidades excesivas de alimentos en un período de tiempo relativamente corto, a menudo en secreto), asociados con sentimientos de miedo de no ser capaz de dejar de comer durante los episodios de atracones.

  • Autoinducirse el vómito (normalmente en secreto).

  • Ejercicio excesivo o ayunar.

  • Costumbres o rituales alimentarios peculiares.

  • Uso inadecuado de laxantes, diuréticos u otros purgantes.

  • Menstruaciones irregulares o ausencia de menstruaciones.

  • Ansiedad.

  • Sentimientos de desaliento relacionados con la insatisfacción consigo mismo y con la apariencia de su cuerpo.

  • Depresión.

  • Preocupación por los alimentos, el peso y la forma del cuerpo.

  • Cicatrices en la parte posterior de los dedos debido al proceso de autoinducirse el vómito.

  • Comportamientos de querer obtener resultados por encima de los esperados.

Los síntomas de la bulimia pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Consulte siempre al médico del niño para el diagnóstico.

¿Cómo se diagnostica la bulimia?

Los padres, maestros, entrenadores o instructores pueden ser capaces de identificar al niño o adolescente que tiene bulimia, aunque muchas personas que tienen la enfermedad inicialmente la mantienen muy privada y escondida. Sin embargo, un psiquiatra infantil o un profesional de la salud mental capacitado normalmente diagnostica la bulimia en los niños y adolescentes. Una historia detallada del comportamiento del niño de parte de los padres y maestros, observaciones clínicas del comportamiento del niño y, algunas veces, un examen psicológico contribuyen a realizar el diagnóstico. Los padres que observen síntomas de bulimia en su niño o adolescente pueden ayudar buscando una evaluación y tratamiento tempranos. El tratamiento temprano puede prevenir a menudo problemas futuros.

La bulimia, y la desnutrición resultante, puede afectar de forma adversa a casi todos los sistemas de órganos del cuerpo, aumentando la importancia del diagnóstico y tratamiento tempranos.

Tratamiento de la bulimia:

La bulimia normalmente se trata con una combinación de terapia individual, terapia familiar, modificación del comportamiento y rehabilitación nutricional. El tratamiento debe estar siempre basado en una evaluación exhaustiva del adolescente y de la familia. La terapia individual normalmente incluye técnicas cognoscitivas y del comportamiento. Los medicamentos (normalmente antidepresivos o medicamentos contra la ansiedad) pueden ser útiles si el adolescente que tiene bulimia está también ansioso o deprimido. Los padres juegan un papel de apoyo vital en cualquier proceso de tratamiento.

Prevención de la bulimia:

Hasta la fecha no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia de la bulimia. Sin embargo, la detección e intervención tempranas pueden reducir la gravedad de los síntomas, estimular el proceso de crecimiento y desarrollo normal, y mejorar la calidad de vida de los adolescentes que tienen bulimia. Alentar los hábitos alimenticios sanos y las actitudes razonables en cuanto al peso y la dieta puede también ser de gran ayuda.


LA BULIMIA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

viernes, 25 de abril de 2008

Cuidado con la pérdida de líquidos!!

La deshidratación es un trastorno que ocurre cuando una persona pierde más líquidos (por ejemplo, en forma de orina o sudor) que los que ingiere. Este, no es un problema tan grave en un adolescente como puede serlo en un bebé o un niño pequeño. Si no haces caso a tu sed, la deshidratación puede quitarte muchas energías.
Cuando una persona se deshidrata, significa que la cantidad de agua que contiene su cuerpo ha descendido por debajo del nivel adecuado (nuestro cuerpo contiene aproximadamente dos tercios de agua). Las pequeñas pérdidas de líquidos no representan ningún problema y en la mayoría de los casos pasan completamente desapercibidas. Pero perder una cantidad importante de agua puede hacer que una persona se encuentre francamente mal, como puede ocurrir en consecuencia de una mala alimentación que desemboca en enfermedades.

Una causa habitual de deshidratación en los adolescentes son las enfermedades gastrointestinales. Cuando te infectas por un bichito estomacal o intestinal, puedes perder mucho líquido a través de los vómitos y las diarreas. Los vómitos también puede ser debidos a trastornos alimentarios como la bulimia o la anorexia. También te puedes deshidratar si haces mucho ejercicio físico y no repones los líquidos que gastas, aunque es muy poco habitual llegar siquiera al nivel de la deshidratación moderada mientras se hace deporte u otra actividad física normal al aire libre. Así mismo, el hecho de ponerse a dieta también puede mermar considerablemente las reservas de agua de una persona. No te fíes de las dietas que hacen hincapié en "dietas secas" como una forma rápida de perder peso.

Entre los síntomas de la deshidratación se encuentra el sentirte mareado o inestable, como si se te fuera la cabeza, tener la boca seca o pegajosa y orinar menos y más oscuro. Al tratarse de un trastorno progresivo, una persona se va encontrando mucho peor a medida que la deshidratación va afectando a más sistemas corporales y a más órganos.

La forma más fácil de evitar la deshidratación es beber mucho líquido, sobre todo en los días calurosos, secos y/o ventosos

jueves, 24 de abril de 2008

La anorexia en la infancia

La anorexia es un trastorno de la alimentación que se caracteriza porque el niño, aunque tenga apetito, se niega a comer. Los niños y niñas con anorexia tienen inapetencia.
Las personas con anorexia están obsesionadas por ser delgadas. No quieren comer y tienen miedo de aumentar de peso. Pueden estar continuamente preocupadas por cuántas calorías ingieren y por cuánta grasa tiene lo que comen. Pueden tomar tabletas para dieta, laxantes o diuréticos para bajar de peso. Pueden hacer demasiado ejercicio. Los anoréxicos usualmente piensan que están gordos a pesar de que están muy delgados. Las personas con anorexia pueden llegar a estar tan delgadas que pueden parecer como que están enfermas.

Causas de la anorexia en los niños

Psicológicas (sobre todo cuando hay una relación conflictiva con la madre), Orgánica (debido a una enfermedad subyacente que provoca inapetencia), o Funcional (una alteración en el desarrollo del hábito alimentario.

Tratamiento de la anorexia

Reeducación de los hábitos alimentarios del niño. Y en los demás casos, consulta a un médico especialista.

El tratamiento más duradero y efectivo para los Trastornos de la Conducta Alimentaria es alguna forma de psicoterapia con atención médica nutricional. Idealmente este tratamiento debe ser individualizado y variar de acuerdo a la severidad del desorden y de los problemas particulares, necesidades y capacidades del paciente y su familia.

El tratamiento típico se basa en el paciente pero también incluyen terapias individuales, de grupo y de familia. Medicamentos psiquiátricos, grupos de apoyo, o terapias informativas sobre nutrición son tratamientos adjuntos que pueden ser beneficiosos para algunos pacientes.

La hospitalización se recomienda cuando el Trastorno de la Conducta Alimentaria ha causado problemas físicos que pueden poner en peligro la vida de la persona o cuando Trastorno de la Conducta Alimentaria está asociado con severas disfunciones psicológicas o de la conducta.

En algunos casos el tratamiento puede convertirse en una larga y costosa batalla. A veces, a pesar de los mejores esfuerzos, el tratamiento podría resultar no exitoso. En estos casos los individuos se mantienen crónicamente sintomáticos o aún más trágico la muerte puede ocurrir como resultado del daño físico o psicológico. Por esta razón el mejor tratamiento implica la prevención de estas complicaciones.

Prevenir los Trastorno de la Conducta Alimentaria como la Anorexia

Informarte lo más posible sobre la anorexia. La poca información puede llevar a evaluaciones o comportamientos erróneos relacionados al comer, la figura y los Trastorno de la Conducta Alimentaria.

Hay que desalentar la idea errónea de que una dieta en particular o llegar a tener un peso y talla particular lleva automaticamente a la felicidad y a la plenitud.

Si crees que su hijo o hija padece de Trastorno de la Conducta Alimentaria expresa tu preocupación de una manera franca y cuidadosa. Sutilmente pero con firmeza busque ayuda profesional.

miércoles, 23 de abril de 2008

¿Qué hacer cuando no quieren comer?

Además de tratar de evitar la obesidad, también debemos tratar de evitar otros tipos de trastornos alimentarios. Es posible que, al contrario de comer mucho, el niño no quiera comer nada o muy poco. En estos casos, es recomendable seguir los siguientes consejos:

1. Descartar una enfermedad subyacente (inapetencia secundaria).
2. Introducir alimentos nuevos de forma gradual.
3. No utilizar los alimentos como premio o castigo.
4. Diversificar y enriquecer los alimentos.
5. Distribuir regularmente las comidas.
6. Evitar alimentos poco nutritivos que quitan el apetito.
7. Presentar los alimentos de forma atractiva.
8. Favorecer la actividad física.
9. Enseñar al niño a comer de todo y no abusar de nada.
10. Limitar el consumo de “calorías vacías” (golosinas, bebidas refrescantes, snacks…)
11. En el almuerzo y la merienda, ofrecer bocadillos preparados en casa, frutas y productos lácteos. No abusar de los embutidos.
12. El niño debe comer en la mesa con su familia (no antes ni después que los demás).
13. El ejemplo de los padres como modelo de buena alimentación.

Para más detalles, consultar la página relacionada con este tema que se encuentra en "enlaces de interés".

martes, 22 de abril de 2008

CUANDO EL NIÑO NO QUIERE COMER

En muchas ocasiones los padres, con un gran deseo de que el niño esté bien nutrido, hacen de la hora de la comida el momento de más tensión en el hogar, con angustia, ansiedades y reproches a la conducta del niño frente al alimento.


Se come por necesidad, no por obligación


El hambre, que es la normal demanda del alimento, es diferente al apetito que es el normal deseo de satisfacer el gusto. La conducta alimenticia necesita una guía y nadie mejor que la madre para valorar este hecho de gran importancia en el crecimiento físico y emocional del hijo.



Ante el problema señalado existen varios manejos

- La hora de la comida debe ser agradable y necesaria para el niño.. Evitar que se condicione al castigo si no concluye el plato
- Ayude al niño ante la percepción de la comida. Sírvale en el plato más grande la misma cantidad de comida a modo que perciba poca comida dentro de su plato.
- Puede motivarle el poner la mesa, dejar que él mismo se sirva, y que decida y tenga autonomía sobre sus gustos alimenticios.
- Siempre que puedas permítale que coma con los padres para que se apropie de los hábitos alimenticios de su familia, asimilando la conducta y modelos de ésta.
- Permitirle escoger su menú puede influir en el éxito o fracaso de su alimentación. El éxito no significaría solamente que los alimentos ingresen al niño, sino el desenvolvimiento natural y saludable de la criatura al alimentarse.
- No permitirle complacencias y exquisiteces. Eso sólo ubicaría a usted y a su hijo dentro de otro problema. La hora de la comida tiene un lugar, un tiempo y un fin claro y necesario.

No pretenda que el niño coma la misma cantidad de alimento que vosotros. Deje que él decida y coma la cantidad de comida que necesita para satisfacer su hambre y desarrollar de forma sana sus gustos. Si el problema se hace crónico y llega a crear malestar emocional sin soluciones en la familia, por favor consulte un especialista.

domingo, 20 de abril de 2008

La obesidad infantil

Cuando hablamos de obesidad, hablamos de la acumulación excesiva de grasa corporal, especialmente en el tejido adiposo, y que se puede percibir por el aumento del peso corporal cuando alcanza 20% a más del peso ideal según la edad, la talla, y sexo de la persona en cuestión. Para calcular el peso ideal de un niño entre 2 y 5 años de edad, aunque de forma apenas aproximada, hay que multiplicar la edad en años por dos más ocho.

Ejemplo: para saber cuánto debe pesar, en media, un niño de cinco años, multiplica la edad (5) por 2 y suma 8. Es decir, 5x2+8=18kg.

No obstante, este método no es exacto. Lo cierto es consultar y considerar lo que diga el pediatra del niño.

Para muchas familias, el tener un hijo gordito, mofletudo, y lleno de pliegues es todo un logro, una señal de que el niño está bien, fuerte, y lleno de salud. Pero los expertos en nutrición infantil no piensan igual. Y van a más: dicen que estas familias están muy equivocadas. Lo que importa no es que el niño esté gordo o delgado. Lo que interesa es que el niño esté sano. Y es ahí donde queríamos llegar. En la última Jornada Nacional sobre Obesidad y Factores de Riesgo Cardiovascular, realizada en Madrid, España, se diagnosticó la obesidad infantil como una enfermedad emergente. Tanto en Europa como en Estados Unidos, desde los años noventa hasta hoy, la incidencia de la obesidad infantil se ha duplicado. España se ha convertido en el cuarto país de la Unión Europea con mayor número de niños con problemas de sobrepeso, presentando un cuadro de obesidad en un 16,1% entre menores de 6 a 12 años de edad, superado apenas por los datos de Italia, Malta y Grecia. Un hecho alarmante en una sociedad que lleva en su "currículo" una de las mejores dietas alimentares del mundo: la dieta mediterránea, y en el cual hace solo cinco años presentaba apenas un 5% de menores obesos.

Qué y cuánto debe comer un niño.

No existe una cantidad exacta de comida que debe consumir un niño. Cada niño es un mundo distinto, y sus deseos y necesidades son diferentes. En razón de eso, es el niño el que puede decir, con exactitud, cuánto puede comer. Y no se puede obligarle a que coma más. Ni por las buenas ni por las malas. Normalmente, los niños comen más que las niñas, pero en cuestión de apetito no se puede generalizar.
Hoy dedicaré el blog a hablar de la celiaquía, trastorno que afecta a un número considerable de niños y preocupa a sus padres y educadores.En primer lugar, me gustaría aclarar que la celiaquía es el resultado de una intolerancia al gluten que es una proteína existente en las harinas de trigo, centeno, cebada y avena. Estas personas deben llevar una dieta sin gluten.La dieta sin gluten debe iniciarse después de haber realizado una biopsia intestinal y que se demuestre que existe, sin duda, la intolerancia al gluten. La dieta debe ser seguida estrictamente durante toda la vida, eliminando cualquier producto que contenga gluten.

Alimentos con gluten que un niño celíaco NO puede comer

Pan, trigo, avena, cebada, centeno, almidón, harina, panes, pastas alimenticias, bollos, pasteles, tartas, galletas, bizcochos, pastas, sémola de trigo, leches y bebidas malteadas, y bebidas destiladas o fermentadas a partir de cereales (cerveza, whisky, agua de cebada, algunos licores, etc).

Lo que un niño celíaco sí puede comer

Carnes y vísceras frescas, jamón serrano, jamón cocido de calidad extra, pescados y mariscos (frescos y congelados sin rebozar), huevos, leche y derivados, cereales sin gluten (arroz y maíz), legumbres, tubérculos, frutas, verduras, hortalizas, grasa comestible, azúcar, miel, aceites, mantequillas, café, infusiones, refrescos, toda clase de vinos y bebidas espumosas, frutos secos, sal, vinagre de vino, especias en rama.

Cuidados y precauciones en la dieta sin gluten

Al adquirir productos elaborados, se debe comprobar siempre sus ingredientes. Como norma general, se debe eliminar de la dieta todos los productos a granel, los elaborados artesanalmente, y los que no estén etiquetados o no lleven el listado de sus ingredientes. La manipulación de los alimentos se convertirá en un hábito. En los restaurantes, se ha de tener precaución con lo que se consume. Tortillas de patata pueden llevar levadura, y las patatas pueden ser fritas con el mismo aceite en el que se ha freído croquetas o cualquier otro frito rebozado con harina. En los comedores escolares ya existen menús especialmente preparados para los niños con enfermedad celíaca.
En las casas en las que hay celíaco, se recomiendo eliminar las harinas de trigo y el pan rallado normal y utilizar ingredientes sin gluten para rebozar o preparar salsas espesas. Ante la duda de si un producto contiene gluten no se debe consumirlo.

sábado, 19 de abril de 2008

Cocinar con los más pequeños

Además de preparales recetas divertidas y nutritivas a los niños, otra de las mejores maneras de enseñarles a comer bien, es cocinar y comer juntos. Si les permitimos que nos ayuden a preparar la comida (tan pronto como sea capaz) se sentirán motivados a probar nuevos alimentos que ellos mismo ha preparado.
Los niños más pequeños pueden hacer sencillas tareas que le despertarán sus sentidos, su curiosidad, su desarrollo psicomotor y el sentido de responsabilidad, por nombrar algunos beneficios que esta actividad les proporciona.
En la cocina los más pequeños de la casa pueden participar haciendo las siguientes tareas:

  • Lavar las frutas y vegetales: patatas, zanahorias, judías verdes.
  • Romper la lechuga en trozitos para hacer la ensalada (la actividad preferida de mi hijo que come lechuga como una tortuga).
  • Mezclar los alimentos en un bol: dale una cuchara grande para remover masa de tartas, pasteles, panquecas.
  • Untar cremas: mantequilla, crema de leche etc.
  • Pelar frutas: mandarinas, plátanos.
  • Aplastar patatas, calabaza, batata.
  • Pelar huevos duros.
  • Poner la mesa.
  • Limpiar después de cocinar.
  • Limpiar la mesa.

Cuando haga estas pequeñas tareas debemos elogiarle. Veremos cuanto disfruta y lo orgulloso que se sentirá. Y seguro que ganaremos muchos ayudantes de cocina.

viernes, 18 de abril de 2008

Ayer hablamos en nuestro blog de la influencia que los medios de comunicación ejercen en nuestra alimentación y os presentamos algunos vídeos de cómo la tele nos bombardea con anuncios de comida basura. Hoy navegando por Internet he encontrado una página dónde había una gran variedad de meriendas muy nutritivas, divertidas y originales para niños que pueden influir también en los niños pero de una manera positiva y hacer que éstos prueben nuevos alimentos y coman de forma sana al mismo tiempo que se divierten. A continuación os presento algunas:

Para elaborar esta merienda necesitas
  • Dos lonchas de salami (ojos)
  • Dos rodajas de chorizo (pupilas)
  • Dos lonchas de chopped (labios)
  • Un quesito redondo (nariz)
  • Jamón (cejas, bigote y barba)
  • Pan (orejas)




Para elaborar esta merienda necesitas

  • Pan de molde tostado(isla)
  • Salchichas Viena (troncos)
  • Patatas fritas (hojas)
  • Aceitunas (cocos y plantas)
  • Salami (gaviotas)
  • Queso y Ketchup (olas)



Para elaborar esta merienda necesitas

  • Pan de molde untado con crema de cacao (barco)
  • Mandarinas (olas)
  • Plátano (luna y ojos de buey)
  • Mermelada de fresa (bandera)
  • Cereales (adornos del barco y estrellas)

jueves, 17 de abril de 2008

La influencia de los medios de comunicación en la alimentación



Des de hace mucho años, la publicidad tiene como objetivo estimular el deseo y la necesidad de consumir , y los niños y jóvenes representan una importante cuota de mercado. Crea unos estereotipos con los que consumir un producto se convierte en necesidad.
La influencia de la publicidad en los niños es muy fuerte, y puede considerarse como un instrumento peligroso, ya que crea apetencias y necesidades que no se corresponden con la
edad del niño o del adolescente, y que en la mayoría de los casos no podrá satisfacer.
Las técnicas publicitarias abusan de las limitadas capacidades de análisis y racionalidad del niño y su natural credibilidad, por lo que necesitan del consejo y la explicación de sus padres.
Los niños no deberían ser objeto ni sujeto de publicidad y mucho menos convertirse en víctimas de una publicidad engañosa.

Diferentes estudios indican que la prevalencia de obesidad está directamente relacionada con el aumento del tiempo destinado a ver televisión ,en niños y adolescentes de 6 a 17 años. Esto se debe a que ver televisión representa una actividad pasiva y a que muchos telespectadores consumen diversos productos ricos en calorías mientras ven la televisión
La publicidad también influye de forma importante. De los miles de anuncios que ven los
niños al año en televisión, dos terceras partes son sobre alimentos con elevado contenido en calorías, grasas, colesterol, azúcar y sal, como bollería, gominolas o ciertos refrescos.
Se ha demostrado que por cada hora de incremento de vision de la TV, aumenta la prevalencia de obesidad, tanto en niños como en adultos; convirtiéndose el hecho de ver televisión en un buen predictor de obesidad.

Es necesario ayudar a los niños a ser críticos de aquello que ven en televisión y a saber discriminar lo que necesitan de lo que no.

miércoles, 16 de abril de 2008

La cena de los niños

Una cena ligera y nutritiva puede ayudar a los niños a descansar mejor por la noche.Actualmente, es común que tanto el padre como la madre trabajen fuera de casa. Esto supone que el niño se queda a comer en el comedor del colegio, lo que convierte a la cena en la única comida del día que se puede realizar en familia.
Para que los pequeños puedan llevar a cabo una alimentación equilibrada, es conveniente que los padres tengan a su disposición el menú escolar semanal que le ofrecen a su hijo en el comedor. De este modo se puede preparar la cena del niño en función de lo que haya comido ese día, pudiendo elaborar para él el plato más adecuado desde el punto de vista nutricional. Es conveniente que las cenas no sean excesivas en cantidades, ni muy ricas en alimentos grasos.

Lo más indicado es que la cena incluya un plato de verduras, tanto cruda en forma de ensalada como cocinada. Para que la verdura resulte más atractiva, puede ser una buena idea cocinarla rellena, en forma de brochetas, salteada, con diferentes salsas...de este modo resultará más fácil conseguir que los pequeños consuman de forma habitual estos sanos y nutritivos alimentos, que normalmente no resultan de su agrado.

Los segundos platos de la cena normalmente no son tan contundentes y abundantes como los del mediodía. Si ese día han comido pescado, por la noche pueden tomar unas croquetas de jamón o de pollo, una tortilla variada, unas salchichas frescas...mientras que si a la hora de comer el niño ha tomado carne, conviene que por la noche coma pescado o huevo.
De postre, es aconsejable no abusar de los dulces ni de postres demasiado grasos y optar por el consumo de frutas presentadas enteras o cortadas y mezcladas en macedonia, o lácteos.
Es fundamental conocer la alimentación que los niños llevan en el colegio y considerar a la cena una comida con tanta importancia como la del mediodía, a la que hay que prestar tiempo y dedicación, evitando el consumo excesivo de comida rápida.

lunes, 14 de abril de 2008

Importancia del desayuno


Actualmente, se reflejan algunos malos hábitos y algunas malas conductas alimentarias, como puede ser el desayunar solo. Hay que tener cura de lo que come un niño y sólo se puede asegurar estando una persona adulta con él, además es mejor compartir esos momentos, ya que potencian la sociabilidad y los lazos familiares se fortalecen. También se sabe que un gran porcentaje de niños desayunan viendo la tele, en algunos casos, la televisión parece que sea el núcleo central del niño. Además, hay niños que dedican menos de 5 minutos para tomar los primeros alimentos del día y, por tanto, pocos nutrientes se ingieren en ese tiempo y más si está entretenido con alguna cosa. Muchas veces se desayuna cualquier cosa y esto es un error, el organismo ha estado varias horas sin recibir ninguna dosis energética y se prepara para iniciar el día. Un aporte energético adecuado en el desayuno es fundamental y éste, debe constituir hasta un 30% de las necesidades diarias.


Importancia de la merienda

La merienda resulta fundamental en la alimentación de tu hijo y más cuando es pequeño.Hasta los niños que comen mal, a la hora de la merienda suelen tener hambre, por tanto, hay que aprovechar estos momentos en los que tiene hambre ofreciéndole una buena alimentación.Procura que sea variada y buscar combinaciones que ayuden a su organismo. De vez en cuando, añadir algunos lácteos como el yogur o el queso, también hidratos de carbono como el pan o los cereales y acompañando con algún zumo natural. Una combinación completa sería, preparar un bol con un poco de fruta fresca troceada, añadir un yogur y cereales.Y como se nos iba a olvidar, hay que tener cuidado con la bollería, no hay que abusar de ella en absoluto, ya que facilita la obesidad y no tiene los nutrientes necesarios para el adecuado desarrollo del niño.

Debemos sustituir la bollería industrial, los refrescos con gas y las chucherías por alimentos ricos en vitaminas y minerales. Además es muy importante intentar que los ‘peques’ merienden en la mesa y no viendo la televisión o jugando con la videoconsola.

domingo, 13 de abril de 2008

Pequeños consejos

La alimentación constituye uno de los problemas más importantes con los que se enfrentan los adultos responsables de los niños desde la infancia. En esta etapa, la voluntad infantil lleva a los niños a elegir cosas en general y alimentos en particular según su percepción sensitiva: colores, sabores, textura, etc. Habitualmente, los alimentos elegidos con este criterio no se corresponden con los más adecuados para el desarrollo infantil y sí con los más deficitarios en nutrientes y perjudiciales para la salud.
El objetivo de padres, educadores y demás responsables de los escolares es el bienestar del niño. Por tanto, es necesario realizar una buena práctica alimentaria para ayudarles desde el momento del nacimiento.
En el apartado de enlaces puedes ver una página sobre pequeños consejos en la alimentación infentil.

sábado, 12 de abril de 2008

Comer sano desde la cuna

Debemos tener presente que a un niño, al igual que le enseñamos a hablar y caminar, también se le debe enseñar a comer, tanto en calidad como en cantidad –en general, hoy en día los niños toman más cantidad de alimentos de la que precisan–. Y esta tarea es responsabilidad de padres y educadores.

Es muy importante formar hábitos alimenticios sanos ya desde la cuna para evitar la obesidad y las consecuencias físicas y psicológicas que se detectan ya en la infancia y la adolescencia.

Los expertos recomiendan que los pequeños hagan cinco comidas al día. Contrariamente a lo que puede pensarse, saltarse alguna favorece la obesidad, sobre todo si se trata del desayuno. La primera comida del día es también la más importante; debe incluir lácteos, cereales y fruta, y es esencial que enseñemos a nuestros hijos a que dediquen a esta tarea 15 minutos de su tiempo matutino. Son muchos los escolares que omiten la primera comida del día, una costumbre insana que provoca que, a la hora del recreo, la mayoría de los niños opten, para matar el hambre, por la repostería industrial. Una pieza de fruta a media mañana es el mejor sustituto de la bollería.

Además es fundamental la práctica regular de ejercicio físico como un medio esencial para combatir la obesidad. Actualmente, la mayoría de los niños que viven en los países desarrollados llevan un estilo de vida sedentario. Son muchos los que, al llegar del colegio, se pasan las tardes sentados frente al televisor o jugando con la videoconsola. La falta de ejercicio unida a una alimentación rica en grasas deriva en un número creciente de menores con problemas de exceso de peso. Aprovecha los fines de semana para jugar con tus hijos al aire libre, pasear en bici o hacer excursiones al monte.

viernes, 11 de abril de 2008

LA BUENA ALIMENTACIÓN

Desde que nacemos, necesitamos ser bien alimentados. Lo que aprendemos hoy nos influirá en el mañana, por tanto, es necesario aprender buenos hábitos alimentarios desde la infancia para que el dia de mañana, cuando esos niños y niñas lleguen a ser adultos, sepan elegir qué comer.